En una histórica y maratónica jornada, el Senado chileno aprobó ayer una reforma del sistema electoral heredado de la dictadura de Augusto Pinochet con el fin de contar con una representación parlamentaria más proporcional. La reforma fue aprobada por 24 votos a favor, tres en contra y siete abstenciones, y estará vigente para las elecciones parlamentarias de 2017. El cambio fue posible por el apoyo de tres legisladores de la oposición, ex miembros de partidos de derecha, en una sesión que se prolongó durante 21 horas.
La reforma ya fue aprobada por los diputados en agosto de 2014 por 86 votos a favor, 26 en contra y dos abstenciones. Ahora, el proyecto debe volver a la Cáma
ra de Diputados -donde el oficialismo tiene mayoría- para que apruebe las modificaciones introducidas en el Senado.
El sistema electoral heredado de la dictadura y denominado "binominal" gira en torno a dos grandes coaliciones. Fue diseñado durante el régimen de Pinochet para asegurar el peso en el Congreso de los partidos conservadores ante un pacto de los partidos de centroizquierda que se agruparon para terminar con la dictadura.
El sistema, único en el mundo, dividía al país en distritos electorales donde se elegían dos representantes. Para que los dos candidatos de una lista fueran elegidos debían doblar a la segunda en cantidad de votos. Si eso no ocurría, se elegía a un candidato de cada lista. Pero siempre quedaban excluidas las agrupaciones políticas minoritarias que no formaban parte de las dos principales coaliciones. El sistema permitió a la derecha equiparar su fuerza electoral en el Parlamento con la centroizquierda, que históricamente ha sido mayoritaria en el país.
"El cambio del sistema binominal es sin duda un avance enorme'', dijo la presidenta Michelle Bachelet. Y agregó: "El nuevo modelo nos va a permitir tener una mejor representatividad y tener más y mejores ideas en el Parlamento''. Desde el retorno de la democracia en 1990 los sucesivos gobiernos de centroizquierda intentaron sin éxito modificar el sistema.
"Esto permite dar un salto a nuestra democracia, que permite después de 25 años terminar con un sistema electoral único en el mundo y que, por supuesto, hizo mucho daño a la democracia chilena", dijo el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.
La presidenta del Senado, Isabel Allende, hija del derrocado presidente Salvador Allende, dijo que la reforma "puede significar más competencia y que no haya un resultado predeterminado, por lo tanto estamos ampliando la democracia''. El Senado también aprobó cambiar los distritos electorales, aumentar de 120 a 155 los diputados y de 38 a 50 los senadores y que al menos el 40% de los candidatos de una lista sean mujeres.
Para el senador de la ultraderechista Unión Demócrata Independiente Hernán Larraín, el proyecto "le regala a la Nueva Mayoría, la coalición de centroizquierda en el poder, entre 8 y 10 parlamentarios, y eso es realmente grotesco e injusto''.
"Es un regalo por la forma en que están estructurados los distritos y el número de parlamentarios por distritos", agregó. El senador centroderechista Alberto Espina criticó el costo que significará mantener a más diputados y legisladores.
El cambio de sistema electoral y el aumento de los parlamentarios se da en el marco de un escándalo sobre el financiamiento de la política, después de que se revelaron correos electrónicos de senadores conservadores que pidieron y en algunos casos recibieron millonarias ayudas económicas para sus campañas, violando la ley electoral, de parte del grupo económico Penta, que controla bancos y sistemas de salud privados, y que es investigado por defraudar cantidades millonarias de impuestos.
Fuente:http://www.lanacion.com.ar/1760125-chile-entierra-el-sistema-electoral-heredado-de-pinochet