Identidad y Derechos

Argentina - Mitos y realidades del fraude electoral

Sábado 10 de agosto de 2013

La justicia electoral aconsejó cómo evitar las trampas habituales

 

La jueza federal María Servini de Cubría aseguró que en la Capital Federal "es imposible que haya fraude". A pesar de esta afirmación, las dudas siguen latentes.

 

 

El fantasma del fraude es el lugar común de las elecciones en América latina. "Debe ser una cuestión cultural, de idiosincrasia", especuló esta semana Guillermo Lamadrid, gerente de procesos electorales de Indra, la multinacional española que procesará los votos de estos comicios. Pero reconoció que "en una votación manual las posibilidades de fraude son mínimas en un gran distrito, como en este caso, aunque en distritos pequeños o municipios es diferente".

El fiscal federal con competencia electoral Jorge Di Lello también aseguró que el fraude real es prácticamente imposible. "En 20 años no tuve ninguna investigación concreta", dijo, pero en otros distritos que no se a la Capital, la situación puede variar.

No obstante, puede existir fraude y por ello se emitieron algunos consejos para evitarlo:

· Usurpación de identidad y muertos que votan: con los padrones depurados no debería suceder.

· Faltante de boletas: los responsables de proveerlas son los partidos. Pueden ser robadas o reemplazadas por otras falsas, no oficiales, rotas o tachadas, lo que anularía el voto.

· Voto cadena: se da cuando un votante llega a la mesa llevando escondido un sobre firmado por el presidente con la boleta de su partido en su interior. Ese sobre lo obtuvo porque alguien lo robó de la mesa. Así al llegar al cuarto oscuro, tiene dos sobres, el que lleva con su voto y otro vacío que le dieron al entrar. Coloca en la urna el que tiene su voto y el vacío se lo da a alguien más para que vuelva a presentarse en la mesa y haga la misma maniobra. Esto se evita si el presidente de mesa firma los sobres uno a uno, a medida que ingresa cada votante y si revisa el sobre que cada votante deposita en la urna. Los fiscales pueden firmar con bolígrafos diferentes y variarlos a lo largo del día, para evitar que se realice el voto cadena.

· Telegramas adulterados: cuando se cierra la mesa después del conteo, se llena el acta de escrutinio y al final se redacta un telegrama que va al Correo. Se sugiere a los fiscales llevarse una copia del telegrama para cotejarlo con el que la empresa Indra escaneará y colgará en Internet. Pueden fotografiarlo con el celular. Algunos partidos cotejarán los resultados con un grupo de mesas testigo, como manera rápida de saber si se perciben irregularidades. Aunque también chequearán el resto de las mesas de todos los distritos.

Además se aconseja verificar que las autoridades de mesa tengan en orden su telegrama de designación, que la urna esté vacía al inicio de los comicios y que las boletas estén ordenadas de izquierda a derecha de menor a mayor en su numeración..

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1609369-mitos-y-realidades-del-fraude-electoral